Con el auge de Internet el periodismo ha tenido que adaptarse a los cambios, especialmente el deportivo. Ahora el periodista no solo debe dominar los géneros periodísticos tradicionales (informativo, interpretativo y opinión), sino también debe manejar los distintos programas informáticos y las herramientas de documentación para realizar un mejor trabajo.
Acceso a la información:
Para un periodista informar es necesario acudir a las distintas fuentes de información; anteriormente era un proceso más que complicado ya que existían pocas formas para acercarse a las fuentes, donde la mayoría de las veces era llamar a un teléfono fijo o escribir una carta que era respondida a los días. Actualmente se le puede consultar directamente por WhatsApp, correo electrónico o llamada a un móvil; las gestiones se hacen mucho más fáciles a la hora de recabar información. Ahora los atletas tienen redes sociales y se les puede hacer un seguimiento a su actualidad, incluso de su vida privada.
Internet se convirtió en una ventana de búsqueda imprescindible, aunque no todo se consigue ahí. En Internet debemos distinguir que portales web se deben consultar, hay sitios oficiales de organizaciones y torneos, también de periódicos y revistas que ahora tienen su soporte digital. La tarea del periodista es de verificar, contrastar y desechar la información falsa, siendo esta una práctica cada vez más exigente producto de la oportunidad que tiene un usuario de publicar información a través de las redes sociales.
Pese a que tenemos internet, no podemos abandonar nunca la hemeroteca. Hoy en día hay medios que cuentan con un archivo digital, en algunos casos es pago y otros es gratuito, pero no todos los artículos están alojados ahí. En el físico podemos encontrar notas periodísticas de los últimos cincuenta años y eso nos permitirá realizar reportajes, previas, crónicas, etcétera.
La importancia de la marca personal:
En el siglo XX los periodistas trabajaban exclusivamente para un medio de comunicación y se adaptaban a una línea editorial y no podía hablar de otros temas que no formaran parte de la agenda del medio. Con el nacimiento de las redes sociales eso cambió. Ante la inestabilidad laboral el periodista debe construir un perfil y un portafolio para mostrar su trabajo, eso le dará la oportunidad para emprender un nuevo proyecto o abrirle campo para ingresar a otro medio. El futuro avizora una nueva era de emprendimientos, donde los blogs y los podcast son los que van a dominar el mercado. Es por eso que el periodista, más allá de desarrollar habilidades en el mundo de la tecnología y pulir sus destrezas en las prácticas tradicionales, debe estar al día con las tendencias actuales para poder generar contenido y saber a quién se dirige, si es a un público local, nacional, global, aficionado un determinado deporte o algunas disciplinas en particular. Si no genera contenido, no serviría poseer dichas habilidades.
Lo más importante es tener agenda propia y dominar los factores de interés periodístico (actualidad, rareza, conflicto, expectación, hazaña, humorismo, proximidad geográfica, etc.), esos deben ser requisitos indispensables para hacer crecer su marca personal, ya que eso llamará la atención a la audiencia y generarán credibilidad. La dualidad entre las prácticas tradicionales y el manejo de herramientas tecnológicas harán que el periodista sobreviva a los cambios en un mundo donde se está unificando en un nuevo ecosistema, gracias a Internet, un pilar fundamental en el futuro del periodismo deportivo.
Este artículo es publicado en cumplimiento de una asignación del diplomado de periodismo deportivo de la Universidad Deportiva del Sur realizado en el segundo semestre del 2020.