Cuando vemos a un deportista triunfar creemos que todo es felicidad, porque así lo demuestran las portadas de los diarios, la televisión y actualmente las publicaciones en Instagram. Realmente no es así. Incluso, cuando un deportista no rinde, se pueden leer u oír críticas a la ligereza. No sabemos qué le puede estar pasando en la vida privada.
Este sábado tuvimos que ver en todos los medios la lamentable noticia de la muerte de Santiago Morro García. ¿Cómo podía ser posible que uno de los futbolistas más queridos en Uruguay y Argentina sea capaz de quitarse la vida en una ciudad donde él decía que lo tenía todo, como es Mendoza? Se preguntará mucha gente. García marcó 57 goles en su etapa en Godoy Cruz, siendo el goleador histórico e ídolo del club, pero su relación con la dirigencia no terminó de la mejor manera. El presidente de Godoy Cruz, Jorge Manzur, le dijo que no podía ser líder sin ir a un gimnasio. Tuvo coronavirus y no pudo regresar a Uruguay para ver a su hija. No respondía los mensajes de sus compañeros, quienes posteriormente lo encontraron sin vida.
Pasó por este y muchos problemas que no están a la luz pública. Morro muchas veces quiso dejar el fútbol, pero pudo conseguir apoyo y motivos para seguir. Faltó esa mano amiga al final para no ocurriera la tragedia.
Ramón Wanchope Ábila, delantero de Boca Juniors, contó que su hermano murió de depresión en pandemia. Que la pasó muy difícil. Y así como el caso de él, hay muchísimos en el mundo. Hubo mucha gente que no tomó en serio la declaración del cordobés.
Quiero resaltar también el caso de Robert Enke, portero alemán, que murió al lanzarse a las vías del tren en 2009. En 2006 vio a su única hija fallecer a causa de una dolencia cardíaca congénita. Enke era el elegido de Low para ser el arquero de la selección alemana del Mundial de Sudáfrica 2010. Ni teniendo esa confianza absoluta del entrenador evitó la trágica pérdida. Todo quedó en su vida personal.
Otro caso es el del portero Alberto Vivalda, quien falleció en 1994. Después de la muerte de su padre, no volvió a ser el mismo. En el hipervínculo que está en el nombre del quien fue portero de Millonarios pueden leer la historia, escrita por Diego Borinsky, contada de distintos testimonios.
Decisiones y prejuicios
Hay decisiones que cuestionamos en un principio, como la de Luis Enrique de dejar la selección española por motivos personales. Esos motivos personales fue la situación de su hija Xana, de nueve años, quien falleció tras cinco meses luchar contra un osteosarcoma. un tumor óseo. Al no saberse esos motivos personales y la búsqueda exhaustiva por parte de la prensa para filtrarlos, no tardaban los cuestionamientos como: ¿Qué es más importante que la selección española? ¿Por qué no dar tales motivos cuándo nos estamos preparando para la próxima Eurocopa?
Hay jugadores de fútbol que su rendimiento no era el que esperábamos, caso Daniel Benítez en Deportivo Táchira y Zamora, quien luchó contra dolores de espalda. En Zamora tuvo una «lesión ocupante de espacio de partes blandas en la región cervical», que ameritó operación. Fue diagnosticado con cáncer al finalizar el mes de noviembre. A principios de 2021 terminó contrato con la institución, mientras lucha contra la enfermedad. En las redes previamente al conocerse de la enfermedad se pudo leer comentarios desproporcionados contra el jugador, incluso de alegría cuando salió del Carrusel Aurinegro.
En 2020, el mediocampista Javier Liendo, mientras jugaba en Deportivo Táchira, sufrió la muerte de su hermano durante la pandemia. El defensor Nicolás Foglia no compartió con su hija sus primeros meses de vida. Ambos contaron en entrevistas que la crisis de servicios básicos les afectó emocionalmente, pero no se dieron por vencidos. Ambos formaron parte del plantel que fue líder del grupo B del torneo Normalización 2020, donde obtuvieron el subcampeonato. Ser futbolista extranjero, incluso criollo, en pandemia no es nada fácil. Muchos pasan por condiciones muy precarias para cumplir con un calendario. Muchas situaciones son desconocidas por todos.
Quiero dejar como conclusión que la depresión no es un juego, que es importante tender una mano cuando alguien lo necesita. Debemos medir la crítica desde los medios, respetando la vida privada de cada atleta, que puede ser influyente en su desempeño. Hay maneras de decir las cosas. No es necesario llamar la atención para la búsqueda de clics.
<p class="has-text-align-justify" value="<amp-fit-text layout="fixed-height" min-font-size="6" max-font-size="72" height="80">Más que la parte física, la parte mental es fundamental para encarar una competencia. Si no hay fuerza mental, difícilmente se puede potenciar la parte física.Más que la parte física, la parte mental es fundamental para encarar una competencia. Si no hay fuerza mental, difícilmente se puede potenciar la parte física.